Situada al poniente de Ciudad Obregón, es uno de los lugares más emblemáticos y recreativos para la ciudadanía. El cuerpo de agua es artificial y fue construido en 1956. La laguna del Náinari es ideal para un día de campo y avistar aves, principalmente patos y garzas, así como para ejercitarse en su perímetro y disfrutar de los tradicionales cocos, raspados y obispos que se venden en el lugar.
Uno de los ocho pueblos de la etnia Yaqui, situado a solo 20 minutos de Ciudad Obregón. Es un lugar lleno de historia y tradición, que a través del tiempo ha conservado, valorado y defendido su herencia histórica, cultural y natural.
Entre sus principales atractivos se encuentran el Museo de los Yaquis, la plaza central y sus grandes árboles tallados, además de los variados murales de aves regionales a lo largo del pueblo, por ello también se le conoce como el pueblo de las aves.
El pueblo mágico de Sonora, ubicado a una hora y media al sur de Ciudad Obregón. Distinguido por transportarnos a otra época con su arquitectura barroca española y sus calles empedradas. Es sede del evento cultural más importante del noroeste, el Festival Internacional Alfonso Ortiz Tirado y ofrece una experiencia cultural y culinaria sin comparación.
En 2011, la revista National Geographic catalogó su paisaje como la “vista al mar más espectacular del mundo”, cuenta con bellísimas playas y una oferta hotelera de primer nivel, un oásis en el desierto a solo dos horas de Ciudad Obregón.